Este pastel de piña invertida o tarta fría de piña sin horno es una auténtica delicia. Elaborada con gelatina, piña, queso crema y leche condensada, la combinación de aromas y texturas la hace irresistible, además de que a simple vista queda de lo más bonita.
Preparar esta tarta de piña y queso sin horno es muy fácil y rápido, pues con unos pocos ingredientes muy baratos que podrás encontrar en cualquier supermercado y sin ningún esfuerzo podrás tenerla lista aun sin tener mucha experiencia en la cocina.
Esta tarta de piña fácil imita al tradicional volteado de piña o pastel invertido de piña, pero en lugar de bizcocho utilizaremos gelatina sabor piña para servirla como un postre frío perfecto para el verano.
Este pastel de piña sin horno consta de dos partes diferenciadas. La de arriba es una gelatina de piña, en la cual colocaremos unas rodajas de piña en conserva y unas cerezas en almíbar para decorarla. La parte de abajo, también sabor a piña, es super cremosa gracias a la combinación del queso crema, la leche condensada y la leche evaporada ¡te aseguro que no podrás comer solamente un trozo pues este pastel es el rey de los postres fríos y refrescantes!
Esta tarta fría de piña, al estar elaborada con gelatina, es super ligera, por lo que es perfecta para las comidas y cenas de verano o barbacoas. Pero gracias a su preciosa presentación, también es ideal para los cumpleaños de verano.
¿Qué molde utilizar para hacer la tarta de piña fría?
En este tipo de tartas frías con gelatina, para un desmoldado fácil, será importante usar un molde desmontable. En esta ocasión yo estoy usando un molde desmontable de silicona y no necesita ningún tipo de preparación previa; pero si dispones de un molde desmontable de metal, coloca una cinta de acetato alrededor para que no se pegue la tarta al molde y puedas sacarla sin problema.
Si no dispones de un molde desmontable, engrasa muy bien el molde previamente con spray antiadherente o con una grasa vegetal para evitar que la gelatina se pegue y podamos sacarlo sin problema al darle la vuelta con cuidado. En este caso, deberás tener en cuenta también que deberás invertir el orden en el que rellenamos el molde con las diferentes capas, pues al volcarlo, la parte de arriba quedará abajo. Así pues, empezaríamos por la capa de piña y pondríamos arriba la que lleva en queso.
¿Con que puedo sustituir la leche evaporada de la tarta de piña?
Actualmente podrás encontrar la leche evaporada en la mayoría de supermercados, pero si no la encuentras podrás sustituir este ingrediente por nata para cocinar (la que tiene menos de un 35% de MG) o media crema. Aunque si tampoco consigues encontrarlos, la nata para montar, la crema para batir o incluso la leche entera te van a servir.
Vídeo de la receta de la mejor tarta de piña
A continuación te dejo un vídeo con la elaboración paso a paso de la receta, así no tendrás excusa para no prepararla. Aprovecho para recordarte que en mi canal de YouTube publico una nueva receta y muchos trucos todas las semanas, así que no dudes en suscribirte ya mismo. Tu apoyo es muy importante para seguir creando contenidos.
Tarta fría de piña sin horno ¡Volteado de gelatina super refrescante!
Ingredientes
Para la capa de piña
- 2 sobres gelatina sabor piña (170 gr)
- 800 g agua
- 4 rodajas de piña en almíbar o en su jugo*
- Cerezas en almíbar
Para la capa de queso y piña
- 2 sobres gelatina sabor piña (170 gr)
- 125 g queso crema tipo philadelphia (a temperatura ambiente)
- 150 g agua
- 200 g leche condensada
- 400 g leche evaporada
Utensilios recomendados para esta receta
A continuación detallo algunos utensilios que he usado para esta receta y que puedes encontrar en Amazon u otros sitios (contiene enlaces de afiliado).
Elaboración paso a paso
Elaboración de la capa de queso y piña
- En un cazo a fuego medio colocamos el agua y los sobres de gelatina en polvo. Removemos constantemente hasta que la gelatina se haya disuelto por completo.
- En un cuenco amplio colocamos el queso crema a temperatura ambiente y lo ablandamos removiéndolo con una espátula de silicona.
- En este momento, agregamos la gelatina caliente y seguimos mezclando hasta que se hayan integrado a la perfección y no queden grumos de queso.
- Agregamos también la leche condensada y la leche evaporada y mezclamos muy bien.
- Vertemos la mezcla en el molde y lo llevamos a la nevera hasta que la gelatina esté completamente cuajada. Podremos llevarla al congelador para acelerar el proceso.
Elaboración de la capa de piña
- Vamos ahora a preparar la capa superior de gelatina y rodajas de piña. Será importante no empezar a elaborarla hasta que la capa anterior esté perfectamente cuajada.
- Empezaremos preparando la gelatina mezclándola con la mitad del agua. La llevamos a fuego medio y removemos continuamente hasta que se haya disuelto por completo.
- En este momento, la retiramos del fuego y la mezclamos en otro recipiente junto con el resto de agua. Ten en cuenta que estamos incorporando menos cantidad de agua que la indicada en el paquete, pero solo así conseguiremos la consistencia correcta al incorporar la fruta en su interior.
- Dejaremos reposar la gelatina a temperatura ambiente hasta que, al tocarla, no la notemos caliente; pues de lo contrario podría derretir la otra parte de la tarta al verterla encima.
- Mientras, escurrimos las rodajas de piña y las cerezas y las secamos muy bien con la ayuda de papel de cocina. Es importante eliminar el exceso de liquido, de lo contrario la tarta podría no cuajar.
- Cuando la gelatina esté a temperatura ambiente, sacamos la tarta de la nevera y vertemos una pequeña cantidad de gelatina sobre la primera capa. Lo haremos despacio y vertiéndolo sobre una cuchara para que caiga suavemente y no se mezclen las capas.
- Llevamos la tarta al congelador unos 15 minutos o hasta que la gelatina haya cuajado, pues gracias a esta pequeña cantidad de gelatina, parecerá que la fruta está flotando en el interior de la tarta. Dejaremos el resto de la gelatina a temperatura ambiente para que no se cuaje. Si las temperaturas son muy bajas podría ser que la gelatina empezara a cuajar, en ese caso, solo tendríamos que darle calor para que recupere el estado líquido (recuerda dejarla enfriar de nuevo antes de verterla sobre la tarta).
- Cuando la gelatina haya cuajado podremos decorar la tarta a nuestro gusto con las rodajas de piña. Yo he colocado una rodaja entera en el centro y varias mitades al rededor, formando una flor. Además, he colocado una cereza en cada hueco.
- Ahora, cuando ya la tengamos decorada a nuestro gusto, verteremos un poco más de gelatina por encima, con mucho cuidado a que las frutas no se muevan. Agregaremos la cantidad justa de gelatina para que las frutas se queden pegadas a la tarta, pues si la vertiéramos toda, las frutas empezarían a flotar y se descolocarían.
- Llevamos la tarta nuevamente al congelador hasta que la gelatina cuaje.
- Una vez esté perfectamente cuajada y la fruta haya quedado sujeta, podremos verter el resto de la gelatina por encima. Lo haremos despacio y con cuidado de no despegar o mover las frutas.
- Llevaremos la tarta a la nevera un mínimo de 4 horas o hasta que veamos que la gelatina está perfectamente cuajada.
- Ya solo nos quedará desmoldarla con cuidado y disfrutarla bien fresquita. Recuerda conservarla en la nevera hasta el momento de servir.
Notas
Espero que te haya gustado esta receta de tarta fría de piña y que te animes a prepararla, pues su elaboración es muy sencilla y el resultado es totalmente espectacular ¡un postre con fruta super ligero y refrescante!
Wow, que receta mas espectacular me diverti mucho haciendola y a mis niños les encanto, saludos.
Muchas gracias, me alegro de que la hayáis disfrutado!