Cómo preparar espuma helada de melocotón y té chai especiado. Un postre aromático, refrescante y ligero con 4 ingredientes y 5 minutos.
Tiempo de preparación7 minutosmin
Tiempo de congelación2 horash
Tiempo total2 horash7 minutosmin
Plato: Helado, Postre
Cocina: Mediterránea
Dieta: Sin gluten, Baja en grasas, Sin Lactosa, Vegetariana
Palabra clave: Aceite de coco, Espuma, Helado, Melocotón, Sorbete, Té chai
Servings: 6personas
Ingredientes
75gazúcarblanco
180gmelocotóntroceado y congelado
1clarade huevo (muy fría)
2cditastéchai especiado en polvo
Elaboración paso a paso
El primer paso será congelar el melocotón. Para ello lo pelamos, lo troceamos y lo dejamos en el congelador hasta que haya endurecido.
Cuando el melocotón esté congelado, colocamos el azúcar en la jarra de un robot o procesador de alimentos, lo cerramos y programamos durante 10 segundos a velocidad 7.
Agregamos el melocotón congelado, ponemos la tapa y trituramos a velocidad 6 durante 40 segundos.
Comprobamos que el melocotón se ha triturado correctamente e integrado a la perfección con el azúcar. En este momento deberíamos tener algo parecido a un granizado.
Bajamos los restos de melocotón y azúcar de los laterales de la jarra con la ayuda de la espátula y colocamos el accesorio de mariposa o varillas (dependiendo de nuestro robot o procesador), asegurándonos de que está bien encajado.
Agregamos también la clara de huevo muy fría y dos cucharaditas de té en polvo, cerramos bien la tapa y programamos 3 minutos a velocidad 5. Poco a poco verás como la espuma de melocotón y té va cogiendo consistencia y va multiplicando su tamaño.
En este momento ya tendríamos la espuma lista para servir, pero para que esté todavía más rica, vamos a colocarla en un táper de congelación y lo llevaremos al congelador unas 3 o 4 horas mínimo antes de servir.
Al pulsar el botón "Play" se cargarán las cookies de Youtube. Si deseas cargarlo sin cookies pulsa aquí
Notas
Una vez tengamos la espuma lista tendremos dos opciones: servirla inmediatamente antes de que se baje o meterla en un recipiente hermético (táper) en el congelador.Aunque parezca increíble, esta espuma de fresas no se va a congelar si la metemos en el congelador, si no que mantendrá su textura ligera y sedosa (a pesar de tenerla varios días en el congelador).Si no te lo crees, te reto a probarlo. El resultado es mucho más ligero que cualquier mousse que haya probado y bien fría es una auténtica delicia.Puedes preparar esta espuma con cualquier fruta congelada que te guste.Prueba a servirla con trozos de fruta fresca, almendras caramelizadas y/o virutas de chocolate.