Hoy vamos a ver cómo preparar una tarta de San Marcos o Tarta Reina casera de forma fácil. El resultado es un bizcocho esponjoso relleno de nata y trufa, cubierto por crema de yema pastelera y decorada con más nata y almendras laminadas.
Conocida como tarta de San Marcos, en algunas zonas, como en Mallorca, se le da el nombre de Tarta Reina y es la tarta más común en todas las celebraciones, especialmente en las bodas.
Si bien para prepararla debemos hacer varias elaboraciones, todas ellas son muy fáciles. Además te voy a ir explicando todos los trucos y consejos para que cada uno de los componentes de la tarta te salgan perfectos.
Bizcocho genovés
El bizcocho genovés es el bizcocho clásico por excelencia a la hora de preparar todo tipo de tartas y brazos de gitano. Su sabor es una auténtica delicia y su textura densa pero esponjosa es capaz de soportar todo tipo de rellenos y coberturas.
Aunque pueda sonarte extraño, el bizcocho genovés no lleva levadura, si no que todo su volumen y esponjosidad se deben a las claras y a las yemas de huevo montadas.
Crema de yema, yema pastelera, yema de cobertura, yema quemada o yema tostada
La yema pastelera se conoce con todos estos nombres y es ideal para cubrir y rellenar todo tipo de tartas y pastelitos. Tiene una textura cremosa y muchísimo sabor. Puede usarse tal cual o tostada, lo cual le aporta una leve textura crujiente y potencia sus sabores.
Nata montada o chantilly
Preparar nata montada o chantilly en casa es muy fácil, rápido y barato. Para hacerla solo necesitaremos dos ingredientes: nata para montar bien fría (podrás reconocerla porque en el envase debe indicar una cantidad de materia grasa igualo o superior al 35% (35% MG); y azúcar glas (azúcar en polvo).
Nata trufada o trufa
Elaborar trufa o nata trufada casera también es de lo más sencillo, pues se trata de nata montada o chantilly a la que le vamos a agregar cacao en polvo sin azúcar. De esta manera obtendremos una nata o chantilly con color y sabor a chocolate.
Almendra laminada o caramelizada
Aunque es un ingrediente opcional, la almendra, nos ayuda a aportar un toque crujiente a la tarta. Además la hace mucho más bonita y llamativa a simple vista.
La tarta de San Marcos se caracteriza por esta decoración con almendras, que pueden ser laminadas o bien caramelizadas y cortadas en pequeños trocitos. La Tarta Reina, por su parte, si bien coincide en el resto de componentes, suele ir decorada únicamente con nata o trufa en su exterior, prescindiendo de las almendras.
Almíbar para tartas
El almíbar para emborrachar bizcochos consiste en una mezcla de agua y azúcar con la que pincelamos el bizcocho para que nos quede más húmedo y jugoso. De forma opcional se puede agregar un poco de alcohol, aunque solo lo usaremos si esa tarta no la van a comer niños.
¿Se puede congelar la Tarta de San Marcos o Tarta Reina?
La tarta de San Marcos o Tarta Reina sí puede congelarse, pero además podrás hacerlo de dos formas diferentes: entera o en porciones.
Por un lado está la opción de congelar la tarta entera. Ésta es una buena forma de ir avanzando trabajo cuando estamos preparando una fiesta, ya que podemos preparar la tarta unos días antes. Pero también es un recurso muy útil, cuando en el último momento, la fiesta queda anulada o habéis comido tanto que no os ha quedado espacio para el postre.
Para hacerlo la llevaremos al congelador y, una vez haya endurecido por completo, la envolveremos muy bien con film transparente para que no absorba los olores del congelador. Es importante envolverla una vez esté bien congelada, ya que de lo contrario se quedaría el film pegado a la nata y se rompería la decoración. Cuando queramos descongelarla, la sacaremos del congelador un mínimo de 24 horas antes, eliminaremos todo el film y la dejaremos en la nevera para que se vaya descongelando poco a poco.
La segunda opción es la de congelar la tarta en porciones. Esta opción es perfecta para no desperdiciar la tarta que nos ha sobrado de una celebración. Para congelarla en porciones, lo que haremos será cortarla en trozos del tamaño deseado, colocarlos separados entre sí en una bandeja cubierta con papel de horno y llevarla al congelador. Una vez estén bien congelados, los envolveremos de forma individual con film transparente y los colocaremos juntos en una bolsa con cierre zip o en un táper, donde los dejaremos en el congelador. De esta forma, nos aseguramos de que no se formen cristales de hielo y que no coja los sabores o olores del congelador.
Cuando queramos disfrutarla, sacamos una porción del congelador, la desenvolvemos, la colocamos en un plato y la dejamos en la nevera unas 2 o 3 horas para que se vaya descongelando poco a poco.
Vídeo de la receta paso a paso
A continuación te dejo un vídeo con la elaboración paso a paso de la receta, así no tendrás excusa para no prepararla. Aprovecho para recordarte que en mi canal de YouTube publico una nueva receta y muchos trucos todas las semanas, así que no dudes en suscribirte ya mismo. Tu apoyo es muy importante para seguir creando contenidos.
Tarta de San Marcos o Tarta Reina, la receta más FÁCIL y BARATA
Ingredientes
Bizcocho genovés (molde de 20 cm)
- 6 huevos M
- ¼ cdita sal
- 150 g azúcar
- 150 g harina todo uso
Almíbar para bizcocho
- 50 ml agua
- 50 g azúcar
- 15 ml ron
Relleno y cobertura de nata montada
- 400 g nata para montar mínimo 35% MG
- 80 g azúcar glas
Nata trufada
- 200 g nata para montar mínimo 35% MG
- 30 g azúcar glas
- 1 cda cacao puro en polvo (sin azúcar)
Crema de yema o yema pastelera
- 3 yemas de huevo M
- 6 g maizena
- 1 cdita vainilla en pasta o aroma de vainilla
- 40 ml agua
- 100 g azúcar
Además, para decorar
- Azúcar blanco para tostar la crema de yemas (opcional)
- Almendras laminadas o crocantes
Utensilios recomendados para esta receta
A continuación detallo algunos utensilios que he usado para esta receta y que puedes encontrar en Amazon u otros sitios (contiene enlaces de afiliado).
Elaboración paso a paso
Bizcocho genovés
- Para preparar el bizcocho empezaremos separando las claras de las yemas.
- En un cuenco amplio agregamos las claras junto con una pizca de sal y las batimos a velocidad media con unas varillas eléctricas hasta que estén bien firmes, unos 5 minutos aproximadamente. Sabremos que las claras están perfectamente montadas a punto de nieve cuando podamos darle la vuelta al recipiente sin que se caigan. Las dejamos a un lado mientras seguimos con el proceso.
- En otro cuenco colocamos las yemas junto con el azúcar y las montamos con la ayuda de unas varillas eléctricas. Las batiremos a velocidad media unos 5 o 6 minutos, hasta que hayan doblado su volumen y estén bien esponjosas.
- En este momento, agregamos la harina tamizada sobre las yemas montadas y mezclamos muy bien con las varillas. Es importante incorporar un poco la harina de forma manual antes de encender las varillas, e ir subiendo la velocidad de forma progresiva, de lo contrario la harina saldría volando.
- A medida que vamos mezclando notaremos como la masa queda bastante densa, pero no te preocupes porque es completamente normal. Buscamos incorporar la harina por completo para evitar que nos queden grumos en el bizcocho.
- Cuando tengamos una masa homogénea, iremos agregando las claras montadas muy poco a poco con movimientos envolventes. Al principio nos costará un poco, ya que la masa es bastante densa, pero poco a poco irá cogiendo una textura más suave y esponjosa. Será muy importante ir agregando una pequeña porción de claras montadas e integrarlas a la perfección mediante movimientos suaves y envolventes antes de agregar más, ya que eso nos garantizará un bizcocho alto y esponjoso.
- Encendemos el horno a 180 ºC, con calor arriba y abajo sin ventilador, para que se vaya calentando.
- Ahora vamos a cubrir el fondo del molde con papel de horno, así evitaremos que el bizcocho se quede pegado y podremos desmoldarlo con facilidad. Para hacerlo doblamos una hoja de papel de horno varias veces sobre sí misma (tal y como te muestro en el vídeo) hasta conseguir un pequeño triángulo.
- Situamos la punta del triángulo en el centro del molde y, con la ayuda de unas tijeras, cortamos la parte de abajo que sobresale del molde.
- Lo desdoblamos y ya tendremos un círculo del tamaño exacto, así que lo acomodamos en el interior del molde.
- En esta ocasión no vamos a engrasar los laterales del molde, ya que nos interesa que el bizcocho se vaya agarrando y trepando por ellos para conseguir más altura.
- Vertemos la masa en el molde y lo llevamos al horno precalentado a 180 ºC unos 25-30 minutos o hasta que al pincharlo con un palillo nos salga limpio.
- Pasado este tiempo, lo sacamos del horno y lo dejamos reposar 5 minutos dentro del molde sobre una rejilla.
- En este momento podrás comprobar que el bizcocho ha empezado a despegarse de los laterales del molde, así que pasamos una espátula o brocheta por los laterales para acabar de despegarlo y le damos la vuelta con cuidado sobre la rejilla.
- Lo dejaremos enfriar completamente mientras vamos preparando los diferentes rellenos y coberturas.
Yema pastelera
- En un cazo colocamos el agua y el azúcar y lo llevamos a fuego medio hasta que empiece a hervir, removiendo de vez en cuando para que el azúcar se disuelva.
- Cuando el azúcar se haya disuelto por completo, retiramos del fuego y lo dejamos atemperar.
- Mientras, separamos las yemas de las claras. En esta ocasión solo usaremos las yemas, así que reservaremos las claras para otras elaboraciones.
- En un cuenco amplio colocamos las yemas, la maizena y la vainilla y los mezclamos bien con unas varillas manuales.
- Cuando estén bien integrados, vamos agregando muy poco a poco el almíbar templado mientras vamos removiendo con las varillas manuales.
- En este momento, colocamos la mezcla de nuevo en el cazo. Las llevaremos a fuego medio sin dejar de remover unos 8-10 minutos o hasta que empiece a coger consistencia. Buscamos una textura cremosa y con un poco de cuerpo. Sabremos que está lista cuando, al pasar las varillas, el fondo del cazo se vea durante unos segundos antes de volver a cubrirse.
- Vertemos la mezcla en un cuenco y la tapamos a piel con film, es decir, el film tiene que tocar la crema. De esta manera conseguiremos que no se forme una costra dura por encima a medida que se vaya enfriando.
- La dejaremos enfriar a temperatura ambiente, mientras preparamos el resto de ingredientes. Ten en cuenta que si no vas a usarla en ese momento, una vez fría, deberemos conservarla en la nevera para que no se estropee.
Almíbar
- Preparar el almíbar es muy fácil, solo deberemos calentar el agua en un cazo o en el microondas y agregar el azúcar.
- Iremos removiendo hasta que el azúcar se haya disuelto por completo. Para este paso es muy importante que el agua esté bien caliente, ya que resultará prácticamente imposible disolver el azúcar en el agua fría.
- Finalmente, solo nos quedará agregar el ron. Éste es un ingrediente totalmente opcional que nos ayudará a darle ligero sabor a la tarta. No obstante, si la van a comer también niños, es importante no agregarlo.
Nata montada
- En un cuenco amplio colocamos la nata para montar bien fría y batimos con unas varillas eléctricas a velocidad media hasta que se empiecen a formar burbujas por la parte de arriba.
- En este momento agregamos el azúcar glas y seguimos batiendo un par de minutos hasta que esté firme. Para que el azúcar glas no salga volando, empezaremos batiendo a velocidad baja e iremos subiéndola de forma progresiva.
- Sabremos que la nata está montada cuando se formen picos que mantengan la forma. En este momento será importante dejar de batir, ya que si batimos la nata en exceso se empezará a cortar y ya no podremos arreglarlo.
- La llevaremos a la nevera hasta el momento de usarla.
Nata trufada
- En un cuenco amplio colocamos la nata para montar bien fría y batimos con unas varillas eléctricas a velocidad media hasta que se empiecen a formar burbujas por la parte de arriba.
- En este momento agregamos el azúcar glas y el cacao en polvo y seguimos batiendo un par de minutos hasta que esté firme. Para que el azúcar glas y el cacao no salgan volando, empezaremos batiendo a velocidad baja e iremos subiéndola de forma progresiva.
- Sabremos que la nata trufada está lista cuando se formen picos que mantengan la forma. En este momento será importante dejar de batir, ya que si lo batimos en exceso se empezará a cortar y ya no podremos arreglarlo.
- La llevaremos a la nevera hasta el momento de usarla.
Montaje y decoración de la tarta
- En este punto ya tendremos todos los componentes de la tarta listos, así que podremos empezar a montar la tarta.
- Cuando el bizcocho esté bien frío podremos cortar las diferentes capas y para ello podremos usar una lira repostera o un cuchillo grande de sierra. Intentaremos que las tres capas nos queden del mismo grosor, ya que así el corte nos quedará de lo más bonito y llamativo.
- Colocamos la primera lámina de bizcocho sobre el plato o base en la que lo vamos a servir y lo almiarábamos con un tercio del almíbar que habíamos preparado antes. Para que nos resulte más cómodo, usaremos una brocha de cocina.
- A continuación, verteremos en el centro del bizcocho toda la nata trufada y la repartiremos con la ayuda de una espátula, intentando que nos quede una capa uniforme y nivelada.
- Cubrimos el relleno de trufa con otra capa de bizcocho y lo almibaramos con la mitad del almíbar que nos queda. Nuevamente, nos ayudaremos de una brocha de cocina.
- Es el momento de colocar el relleno de nata montada. Para ello, agregaremos la mitad de la nata que hemos montado antes, reservando la otra mitad para la decoración de la tarta.
- La repartimos bien con la ayuda de una espátula, intentando que nos quede una capa uniforme y nivelada.
- Vamos ahora a colocar la última capa de bizcocho, presionando ligeramente. Y lo almibaramos con el almíbar restante.
- Para la decoración de los laterales de la tarta, los cubrimos con una fina capa de nata montada.
- En este momento, vertemos la crema de yemas sobre la tarta y la repartimos por la superficie con la ayuda de una espátula, intentando que nos quede una capa uniforme.
- De forma opcional podrás tostar la yema. Para ello espolvoreamos una pizca de azúcar blanco por encima y lo tostamos con la ayuda de un soplete de cocina.
- Poco a poco, con la ayuda de nuestras manos, iremos colocando las almendras laminadas o crocantes por todo el lateral de la tarta. Gracias a la nata se quedarán pegadas y no se van a mover.
- Finalmente, colocaremos la nata restante en una manga pastelera con boquilla de estrella e iremos decorando los bordes. En esta ocasión yo he ido haciendo pequeños puntos, pero puedes hacer rosas, espirales o la decoración que más te guste.
- Una vez lista, la llevaremos inmediatamente a la nevera hasta el momento de servir.
Notas
Cómo congelar la Tarta de San Marcos o Tarta Reina
Si quieres preparar esta tarta con antelación, podrás congelarla. Cuando quieras disfrutarla, la sacaremos el día antes del congelador y la dejaremos en la nevera para que se vaya descongelando poco a poco. Podremos congelar la tarta entera o bien en porciones. Ésta es una buena forma de conservar la tarta que nos ha sobrado, pues si la congelamos ya troceada, podremos ir descongelándola para disfrutarla poco a poco.Espero que te haya gustado esta receta de Tarta de San Marcos o Tarta Reina y que te animes a prepararla, porque la verdad es que su elaboración, pese a tener varias elaboraciones, es de lo más fácil y deliciosa.