Preparar esta tarta fría de nata y leche condensada es muy fácil y rápido, pues con unos pocos ingredientes y en 15 minutos tendremos listo un delicioso postre para compartir. Lo mejor de esta tarta fría es que podremos dejarla lista con antelación y se conserva perfectamente en la nevera durante 4 días.
El resultado es una tarta con una textura mousse muy cremosa y ligera, de sabor suave y con una presentación sencilla y elegante. En esta ocasión, yo la he decorado con un poco de canela en polvo, que a su vez le aporta sabor. Pero si lo prefieres puedes acompañarla con virutas de chocolate, sirope de fresa o fruta fresca por encima.
Otra forma de agregar sabor a la tarta es cambiando las galletas usadas para la base. En esta ocasión yo he usado unas galletas de chocolate, pero también puedes usar oreo, galletas de limón, o incluso las galletas típicas del desayuno.
Como verás a continuación, preparar esta tarta no podría ser más fácil, por lo que es un postre frío ideal para principiantes en la cocina. Para hacerla no necesitaremos encender el horno ni los fogones y se preparar con ingredientes básicos que puedes encontrar en cualquier supermercado.
¿Qué ingredientes necesitamos para preparar una tarta fría de nata y leche condensada?
Los ingredientes que necesitaremos son muy pocos, además podrás encontrarlos fácilmente en cualquier supermercado:
- Galletas de desayuno y mantequilla: dos ingredientes básicos que usaremos para preparar la base de la tarta. Para hacerlo podrás usar cualquier tipo de galletas que te gusten o tengas en casa, desde las clásicas galletas del desayuno hasta unas galletas de chocolate o oreo.
- Leche condensada: junto a la nata, será la protagonista de esta receta. La usaremos para dar sabor y dulzor a la tarta.
- Nata para montar o crema de leche. Usaremos una nata con un mínimo del 35% de materia grasa, ya que esa es la indicada en la elaboración de postres y repostería.
- Gelatina en polvo o grenetina: la buscaremos de sabor neutro y sin color.
- Canela en polvo: su uso es totalmente opcional, pero yo voy a usarla para decorar los bordes de la tarta. Además de aportar un poco de color, aporta mucho sabor, haciendo esta tarta totalmente irresistible.
Lista completa de ingredientes, cantidades y elaboración más abajo.
¿Con qué acompañar la tarta fría de nata y leche condensada?
Esta tarta es tan fácil y rápida de elaborar que será el postre perfecto para cuando tenemos invitados en casa o nos han pedido que llevemos el postre en alguna comida o cena familiar o con amigos.
Además, es una tarta deliciosa para la merienda o para acompañar el café de media tarde.
Vídeo de la receta paso a paso
A continuación te dejo un vídeo con la elaboración paso a paso de la receta, así no tendrás excusa para no prepararla. Aprovecho para recordarte que en mi canal de YouTube publico una nueva receta y muchos trucos todas las semanas, así que no dudes en suscribirte ya mismo. Tu apoyo es muy importante para seguir creando contenidos.
Tarta fría de nata y leche condensada, muy fácil sin horno
Ingredientes
Para la base de la tarta
- 200 g galletas de chocolate o de desayuno
- 80 g mantequilla sin sal
Para el relleno
- 250 g leche condensada
- 400 ml nata para montar 35 % MG
- 10 g gelatina en polvo o grenetina
Para decorar
- Canela en polvo o cacao al gusto
Utensilios recomendados para esta receta
A continuación detallo algunos utensilios que he usado para esta receta y que puedes encontrar en Amazon u otros sitios (contiene enlaces de afiliado).
Elaboración paso a paso
Preparamos la base de la tarta
- Empezaremos preparando la base de la tarta, y para ello picaremos la galleta con un procesador de alimentos. No te preocupes si no tienes uno, porque podrás colocar las galletas en una bolsa con cierre zip y aplastarlas con un rodillo hasta que estén bien picadas.
- Cuando las galletas estén picadas, llevamos la mantequilla al microondas durante 20 segundos para derretirla. En este momento, la mezclamos con las migas de galleta.
- Cuando tengamos la galleta bien mezclada preparamos el molde. Para ello colocamos un círculo de papel de horno en la base y colocamos una cinta de acetato o papel de horno en los laterales. Esto nos ayudará a desmoldarla de forma mucho más sencilla y nos aseguraremos de que no se nos rompe. Yo estoy usando un molde desmontable de 20 cm.
- Vertemos la galleta en el molde y con la ayuda de una espátula o cuchara cubrimos bien el fondo de la tarta, presionando bien para que nos quede una base compacta.
- Llevamos a la nevera mientras preparamos el relleno de la tarta.
Preparamos el relleno de la tarta
- Hidratamos la gelatina en polvo o grenetina colocándola en un cuenco con 4 cucharadas de agua. Mezclamos bien y dejamos reposar durante 5 minutos mientras preparamos el relleno.
- Colocamos la nata bien fría en el cuenco de la batidora y batimos a velocidad media hasta que esté montada y se mantenga firme. Recuerda que es importante no perderla de vista y dejar de batir en cuanto esté montada, porque si batimos de más, se nos va a cortar.
- Cuando la gelatina se haya hidratado, la introducimos durante 10 segundos en el microondas para que se derrita.
- Agregamos 3 cucharadas de leche condensada que tendremos a temperatura ambiente a la gelatina y mezclamos. Cuando esté bien integrada, agregamos el resto de leche condensada y mezclamos nuevamente hasta conseguir una mezcla homogénea.
- Ha llegado el momento de agregar la nata montada. Para hacerlo, agregamos una tercera parte de la nata sobre la leche condensada y mezclamos con una espátula de silicona mediante movimientos suaves y envolventes. Es muy importante hacerlo despacio para que la nata no se baje y nos quede una tarta muy cremosa.
- Agregamos la mitad de la nata restante y seguimos integrándola despacio. Finalmente, agregamos el resto de nata y mezclamos.
- Cuando tengamos una mezcla uniforme, la vertemos sobre la base de la tarta que ya habíamos preparado, alisamos la superficie con una espátula y llevamos nuevamente a la nevera un mínimo de 6 horas para que coja consistencia.
Decoración de la tarta
- Con mucho cuidado, abrimos el molde desmontable y sacamos la tarta. Eliminamos el papel de horno o acetato de los laterales.
- Espolvoreamos canela o cacao en polvo al gusto sobre la tarta. Para que quede más vistosa, yo solo he espolvoreado canela por los bordes de la tarta, pero puedes cubrirla toda o usar una plantilla para marcar un dibujo.
- Pasamos la tarta al plato de servir y la conservamos en la nevera hasta el momento de servir.
Notas
Espero que te haya gustado esta tarta fría de nata y leche condensada y que te animes a prepararla, porque es una tarta ideal para el verano muy sencilla y rápida de preparar. Además podremos dejarla lista con antelación y se conserva muy bien en la nevera durante 4 días, lo cual es perfecto para cuando tenemos invitados en casa.