Hay quien desearía que el verano no se vaya nunca. He de admitir que me gustan los días más largos, los helados, sentir la arena entre mis pies y el sol en mi piel. Pero si hay algo que añoro profundamente durante todo el verano eso son los platos de cuchara.
No hay nada que me guste más que llegar a casa tras un cansado día y comer algo calentito, que reconforte el alma y el estómago. Y si algo cumple esa función son las cremas o purés, los cuales no faltan en casa prácticamente ninguna noche de invierno. Las posibilidades y sabores son infinitas, aunque sin ninguna duda mi favorito es y ha sido siempre el puré de calabacín.
Elaborar esta crema de calabacín es tan sencillo que podrás hacerlo incluso con los ojos cerrados. Además, siguiendo esta receta como base, podrás modificarla y usar las verduras que más te guste o estén en temporada. Así, en apenas 30 minutos, podrás disfrutar de una sana y deliciosa crema de calabacín.
Ingredientes para el puré o crema de calabacín (4 personas):
- 1 cebolla grande
- 3 calabacines grandes
- 700 ml de caldo de verduras o agua*
- Aceite de oliva
- 125 gr de leche, nata o yogur natural**
- Sal
- Pimienta al gusto
* Yo siempre uso agua, a no ser que tenga en la nevera o congelador agua de cocer verduras (¡no tires nunca ese agua!)
** Puedes usar lo que prefieras, la nata ayuda a dar cremosidad, el yogur le da cuerpo y cremosidad y es la opción más saludable, mientras que la leche suaviza la crema. Yo suelo usar yogur o leche, casi nunca la nata, ya que es la que más grasas aporta.
Herramientas que necesitaremos para elaborar esta receta:
Elaboración del puré o crema de calabacín:
En primer lugar pelamos la cebolla y la troceamos. Calentamos una sartén con un chorrito de aceite y sofreímos.
Limpiamos el calabacín, lo cortamos en dados y, cuando la cebolla empiece a estar transparente, lo agregamos a la sartén. Salpimentamos al gusto y dejamos cocinar unos 5 minutos.
Pasamos las verduras a una cacerola y agregamos el agua o caldo de verduras. Tapamos, sazonamos y dejamos cocer a fuego medio unos 10 minutos. Añadimos la leche, nata o yogur y removemos bien.
Con la ayuda de una batidora trituramos bien hasta conseguir una crema suave y sin trozos.
Servimos caliente o templado con un chorrito de aceite de oliva por encima.