Pizza, la receta de mi madre

Ingredientes para la pizza:

¾ de un vaso de aceite, ¾ de un vaso de cerveza, una pizca de sal, ½ vaso de agua, 1 kg de harina (no la necesitemos toda), jamón, salsa de tomate, orégano y queso rallado.

En un bol mezclamos los ingredientes líquidos (aceite, cerveza + agua). A continuación, incorporamos un poco de harina y una pizca de sal. Iremos introduciendo la harina poco a poco  a la vez que vayamos mezclando bien con las manos (más o menos gastaremos unos 600 gr de harina). Cuando veamos que la masa es consistente, seguiremos amasando encima de la mesa o encimera.

Esta masa no necesita reposar (otro punto a favor de prepararla), así que untamos una bandeja de horno con un poquito de aceite y extendemos la masa según el grosor deseado: yo os recomiendo que la hagáis finita, además de estar más buena, tardará bastante menos en hacerse.

Ahora tenemos dos opciones: o bien metemos la masa (sin los ingredientes encima) en el horno precalentado a 200 ºC unos 10-15 minutos, de este modo nos va a quedar aún más crujiente una vez terminada o, si lo preferimos, nos podemos saltar este paso (igualmente nos va a quedar bastante crujiente) y colocar los ingredientes encima desde el primer momento.

Empezamos por la salsa de tomate, encima le colocamos el jamón (en taquitos o en lonchas) y, finalmente cubrimos con el queso, espolvoreamos con orégano y metemos en el horno precalentado a 200 ºC unos 40 minutos (si no nos hemos saltado el paso 3 tardará un poco menos, aunque depende del grosor que le dé cada uno).

Nota: si nos sobra algo de masa podemos envolverla muy bien en papel film y congelarla. Para usarla solo tendremos que sacarla unas horas antes y dejarla descongelar a temperatura ambiente.