Ya sabéis que hacer pan en casa me fascina… el amasado, ver como fermenta, le salen burbujitas de aire en su interior y aumenta su volumen,… pero sobre todo el olor que desprende por toda la casa mientras está en el horno. Llevaba ya bastantes meses sin poder dedicar tiempo a la elaboración de pan y entretenerme con los amasados, así que de este mes no pasaba y me he lanzado con un pan blanco de yogur y dátiles que está de muerte lenta.
Este pan blanco en particular nos ha encantado, tanto por su esponjosa miga como por su fantástico sabor. Además, nos ha durado 5 días tan fresco como recién hecho. Una maravilla. En su elaboración hemos sustituido todos los líquidos (como podrían ser el agua o el aceite) por yogur casero natural. Además, tampoco lleva masa madre, sino que es la acidez propia del yogur casero la que se encarga de darle todo el sabor. El toque extra que le aporta el dulzor de los dátiles en su interior, es un valor añadido que hacen todavía mucho más especial este pan blanco casero.
Ingredientes para el pan blanco de yogur con dátiles:
- 420 gr de harina panificable
- 8 gr de sal
- 7 gr de levadura seca
- 380 gr de yogur natural casero ácido*
- 8 dátiles
* Usando un yogur ácido el sabor que aporta al pan será mucho mejor, por eso usamos un yogur casero, porque podemos regular la acidez (a más horas en la yogurtera, más ácido es).
Herramientas que necesitaremos para elaborar esta receta:
- Amasadora con gancho (aunque también puedes amasar a mano)
Elaboración del pan blanco de yogur con dátiles:
En un cuenco grande mezclamos la harina, la levadura, la sal y el yogur natural casero. Amasamos bien con las manos o con el gancho de la amasadora durante 5 minutos. En caso de que la masa quede muy seca, podemos agregar un par más de cucharadas de yogur. Buscamos una masa algo pegajosa, pero capaz de mantener la forma. Tras unos minutos de amasado, formamos una bola con la masa y la dejaremos fermentar entre 8 y 16 horas, tapando el cuenco con papel film o un paño de cocina limpio. Yo lo dejé unas 10 horas más o menos.
Cada dos horas (o cuando nos acordemos y nos venga bien y la masa haya aumentado su volumen) colocamos la masa sobre la encimera levemente enharinada y amasamos un par de minutos. Volvemos a darle forma de bola y dejamos reposar hasta que haya transcurrido todo el tiempo. El día que yo lo hice iba y venía de casa, por lo que no lo dejé reposar un tiempo en concreto entre amasados. En total lo amasé unas 4 veces. En el último amasado añadiremos los dátiles sin hueso troceados y amasamos bien para que se integren a la masa. Dejamos reposar la masa hasta que duplique su tamaño (entre 1 y 2 horas). Si no tienes tiempo o no vas a estar en casa, deja el pan hecho antes de irte por la mañana, cuando llegues añade los dátiles y deja reposar 2 horas hasta que doble su volumen.
Después de estas horas de fermentación, espolvoreamos ligeramente con harina y transferimos la masa hacia arriba. Doblamos la masa suavemente, sin eliminar las burbujas de aire que tiene dentro sobre sí misma (como si dobláramos una toalla por la mitad). Giramos la masa 90º y doblamos nuevamente. Poco a poco y con cuidado le vamos dando forma redonda al pan, lo colocamos sobre una bandeja de horno cubierta con papel pergamino o harina, la cubrimos con el cuenco bocabajo y dejamos reposar durante 1 o 2 horas más hasta que duplique su tamaño. Sabremos que está lista cuando la presionemos suavemente con el dedo y la masa vuelva a su forma.
Precalentamos el horno a 225ºC y horneamos durante 30 minutos o hasta que el pan esté dorado por fuera y cocinado por dentro. Sabremos que está listo si al darle unos toques por debajo con los dedos, suena a hueco. Si notas que se está empezando a tostar mucho, cubre el pan con papel de aluminio.
Sacamos del horno y lo dejamos enfriar sobre una rejilla unos 20 minutos antes de cortarlo.
Conservación:
Yo lo he conservado envuelto en un paño de cocina limpio y seco sobre la encimera de la cocina. Lo horneé un martes por la noche, y nos lo acabamos el domingo al mediodía. El pan seguía tan fresco y esponjoso como el primer día.
Hemos tenido ideas muy parecidas 🙂 Yo he hecho unos panecillos con yogur griego y nos han encantado. Pintaza este pan con esa miga 🙂 Un saludo
No he podido resistirme a ir a por el pan! jejej muaaks
El gran ganador de este reto ha sido el pan. A mí ni se me pasó por la cabeza el tema de hacer pan… y es que eran unos ingredientes un poco difíciles.
Te ha salido un pan genial… esa miga esta dandome muchas ganas de pegarle un buen pellizco
Y qué lo digas!! al principio pensé en una salsa especiada con yogur y dátiles con la que mojar.. ¡pan! una idea genial para el reto! muaaks
Me encanta la receta Maite! El pan ha triunfado este mes, y no me extraña porque pinta genial. Lo de amasar es una maravilla…
un besote
Muchas gracias Elena! un besote
Me encanta este pan , me imagino que estará delicioso.besinos
Gracias Encarnita, está tremendo!! muaks
Tiene una pinta extraordinaria
Gracias!
El pan se ve riquísimo, yo la verdad que ni lo pensé jiji. Pero me encanta. El corte espectacular
Besinos
El toque de Belén
Gracias Belen! muaks
pero que pinta tiene el pan, que miga mas esponjosa, me encanta poner yogurt al pan por eso de la acidez, me quedo con el tuyo para probar, besos
Gracias Bea, estoy segura de que te encantará! muaks