Las croquetas de roquefort y nueces son el aperitivo perfecto para los amantes del queso. Llenas de sabor, cremosas por dentro con el toque crujiente de las nueces y muy crujientes por fuera. No me digas que no se te hace la boca agua solo con pensar en darle un bocado a una croqueta calentita y recién frita.
No sé yo lo que tendrán las croquetas caseras, pero aún no me he encontrado con nadie a quien no le gusten. Existen croquetas con tanta variedad de sabores que seguro que algunas de ellas consigue derretirte el corazón.
Si nunca has probado las croquetas de roquefort con nueces y eres un apasionado de los quesos, no puedes dejar de probarlas, pues son tan cremosas y tienen tanto sabor que no podrás probar solo una.
Preparar croquetas caseras es muy sencillo, pues siguiendo unos pasos muy básicos podrás conseguir unas croquetas perfectas. Lo que sí es cierto que es un proceso un poco largo, pues una vez tengamos el relleno preparado debemos esperar a que se enfríe por completo y cuaje antes de darle forma.
Rebozarlas también es muy fácil, pero también nos llevará algo de tiempo. Es por esto que yo prefiero preparar croquetas de más y dejarlas congeladas. Así aprovecho que me pongo en marcha y ya no me da tanta pereza. En realidad nos dará prácticamente el mismo trabajo hacer 12 croquetas que 40. Así que al final del post te explico detalladamente cómo puedes congelar las croquetas caseras para disfrutarlas en cualquier momento.
A la hora de hacerlas te recomiendo que apuestes por buenos ingredientes, como por ejemplo un buen queso roquefort o frutos secos calidad. Ten en cuenta que unos buenos ingredientes van a marcar la diferencia en cuanto a sabor, así que no dudes en comprar tus Nueces Online.
Croquetas de roquefort y nueces
Ingredientes
- 500 ml leche entera
- 60 g mantequilla
- 60 g harina
- 130 g queso roquefort
- 70 g nueces
- 1 cebolla pequeña
- Pimienta recién molida
- Nuez moscada
- Pan rallado
- 2 huevos
- Aceite para freír
Elaboración paso a paso
- Pelamos y picamos la cebolla muy fina. La pochamos en una sartén con un chorrito de aceite de oliva y una pizca de pimienta recién molida (no añadimos sal, el queso es bastante salado).
- Cuando la cebolla esté bien tierna y transparente, agregamos la mantequilla y la harina. Removemos bien hasta que se haga una pasta.
- Poco a poco, y sin dejar de remover, vamos incorporando la leche.
- Añadimos también el queso desmenuzado, una pizca de nuez moscada y seguimos removiendo a fuego medio hasta que la mezcla haya espesado y se pegue a la cuchara.
- Probamos y, si es necesario, corregimos de sal, pimienta o nuez moscada. Agregamos las nueces picadas y mezclamos muy bien.
- Retiramos del fuego y dejamos enfriar a temperatura ambiente. En este momento, tapamos con film transparente y metemos en la nevera un mínimo de 2 horas para que coja consistencia, puedes dejarlo incluso de un día para otro. Es importante que el film esté en contacto con la mezcla, así evitaremos que se reseque.
- Cuando la masa haya reposado un par de horas en la nevera, con la ayuda de dos cucharas le damos forma a la croqueta. La pasamos por pan rallado y le acabamos de dar forma con las manos. La rebozamos en el huevo y otra vez en el pan rallado. Repetimos el proceso con toda la masa.
- La freiremos en abundante aceite muy caliente, hasta que estén doradas. Si lo prefieres, puedes congelarlas antes de freírlas, te explico el proceso en las notas de más abajo.
- Las dejamos escurrir un par de segundos sobre papel de cocina absorbente antes de servir. Las servimos bien calientes.
Menudas croquetas ricas!!!!!Con lo que me gustan las croquetas!!!
Pues éstas te van a flipar ¡están pa morirse! muaaks
casi me muero de placer cuando probé las croquetas de cabrales, o sea que ya las tuyas tienen que ser una pasada!! quiero tupper!
un besito
Marchando un taper lleno hasta arriba! muchas gracias por pasarte!!