Las croquetas me encantan, ya sean redondas o alargadas, de carne, de pescado o de verduras. Creo que nunca he comido una croqueta (casera y de calidad) que no me haya gustado. Hacer croquetas en casa es muy fácil, pero nos lleva algo de tiempo del que no siempre disponemos, es por eso que yo suelo hacer un montón y las congelo. De este modo las tengo disponibles siempre que me apetecen.
Pero todo cambia con la receta de croquetas que te traigo hoy. Unas croquetas fáciles y rápidas elaboradas con las sobras de pollo asado del día anterior. Porque si hay algo que odio es desperdiciar la comida, así que si no nos lo comemos al día siguiente tal cual, lo reinvento en un nuevo plato, así no comemos dos días seguidos lo mismo. Las tendremos listas para comer en menos de 30 minutos.
Para darnos más prisa en hacer las croquetas de pollo asado no le pondremos bechamel, que al fin y al cabo es lo que retrasa el proceso, porque hay que dejarla espesar un par de horas en la nevera. Vamos a sustituir la bechamel por queso crema, que le dará cremosidad y sabor al relleno. Además, para darle un toque más rico, las rebozaremos con una mezcla de pan rallado y frutos secos picados. ¿Suena bien, verdad?
Ingredientes para las croquetas de pollo asado sin bechamel:
- Restos de pollo asado
- Queso crema tipo philadelphia
- Sal y pimienta
- Huevo batido
- Pan rallado
- Almendras o nueces
- Harina
- Aceite para freír
* No añado las cantidades porque dependerá de la cantidad de restos de pollo que tengamos. El pollo y el queso crema deben estar fríos (los habremos tenido un par de horas en la nevera), así tendremos la receta lista en pocos minutos.
Herramientas que necesitaremos para elaborar esta receta:
Elaboración de las croquetas de pollo asado sin bechamel:
En primer lugar quitamos la piel y los huesos al pollo asado y lo cortamos en trozos. Colocamos el pollo en el procesador de alimentos junto con un poco de la salsa resultante de asarlo y, si tenemos, un poco de cebolla o verdura asada que acompañaba al pollo. Trituramos ligeramente, no buscamos una textura muy fina, sino que nos tienen que quedar algunos trozos.
Colocamos el pollo triturado en un cuenco o plato y agregamos un par de cucharadas de queso crema. Mezclamos bien hasta conseguir una masa suave y bien integrada. Ajustaremos la cantidad de queso crema en función de la cantidad de pollo que tengamos. No vamos a poner demasiado queso crema, solo lo justo para que nos ayude a conseguir una masa con la que podamos hacer bolas con las manos. En caso de que sea necesario salpimentamos al gusto (en mi caso el pollo ya estaba bien condimentado y no ha sido necesario).
En el procesador de alimentos limpio y seco, añadimos un puñado de avellanas o almendras y las trituramos bien. Las mezclamos con el pan rallado junto con una pizca de sal y pimienta para dar más sabor al rebozado. En otro plato, batimos el huevo con una pizca de sal.
Con la ayuda de nuestras manos, formamos bolas o croquetas con la masa. Las pasamos primero por la harina, después por el huevo batido y, finalmente, por la mezcla de pan rallado y avellanas o almendras molidas.
Calentamos una sartén con abundante aceite y freímos las croquetas de pollo por ambos lados, hasta que estén bien doradas y crujientes. Las dejamos escurrir sobre papel de cocina para eliminar el exceso de aceite y servimos antes de que se enfríen.