Hoy no te traigo una receta, hoy os traigo LA RECETA: CHERRY PIE. Es una de esas recetas que preparas inocentemente, pero que cuando le das el primer bocado ya no hay marcha atrás: o te la comes entera o mueres de pena por no poder hacerla tuya (y no, no estoy exagerando).
Llevaba ya mucho tiempo queriendo preparar esta receta, y la verdad es que todo es culpa de las películas americanas, en las que la madre siempre prepara una tarta con una especie de reja de masa que la cubre y la deja encima de la ventana de la cocina para que se enfríe, vigilando a los niños, al marido y al perro para que no se la coman. Pues sí amigos, esa madre también me debería haber vigilado a mí, porque casi no me pude esperar a que se enfriara por completo (toda la culpa la tiene el dulce aroma a cereza que desprende!!). Solo recordar su sabor muero de amor.
Pero la semana pasada por fin llegó mi oportunidad cuando mi novio llegó de trabajar con una bolsa de cerezas que le había regalado un compañero de trabajo (que por cierto, muchas gracias!).
Solo verlo entrar por la puerta me adueñé de la bolsa, mi mente estaba funcionando a mil por hora, cogí la báscula de cocina y entonces lo vi: era el peso justo para preparar la que desde ese mismo momento se convertiría en mi receta favorita.
Ingredientes para la cherry pie:
Para el relleno de cerezas:
Además:
Masa quebrada, leche o huevo para pintar y azúcar blanco para espolvorear.
Elaboración de la cherry pie:
Para el relleno de cerezas:
El primer paso será limpiar y deshuesar las cerezas. Si no tenéis un deshuesador de cerezas (sí, por raro que parezca este aparato existe; yo no lo tengo) es muy fácil, solo necesitáis una cereza y un palillo así que no os alarméis antes de hora! Para hacerlo solo tenemos que limpiar muy bien las cerezas, quitarle el rabito, coger una y sujetarla boca a bajo (es decir, con el agujerito del rabito para abajo) y clavar el palillo empujando hasta que el hueso salga por el otro extremo.
Colocamos todas las cerezas deshuesadas en un cazo a fuego medio junto con el resto de ingredientes. Removemos y dejamos cocer, todo junto, 15 minutos. Durante este tiempo es importante que vayamos removiendo constantemente, ya que si no lo hacemos se puede pegar y cogerá un mal sabor. Aunque creáis que el relleno está listo antes de los 15 minutos no lo está, así que no lo retiréis antes de hora!!
En este momento lo probamos y, en caso de que lo consideremos oportuno, añadimos un poquito más de azúcar (yo le añadí 3 cucharadas más, pero eso va a gusto de cada uno y dependerá del dulzor de las cerezas utilizadas en cada caso).
Dejamos enfriar.
Montaje de la tarta:
Reservamos un tercio de la masa. Con la ayuda de un rodillo, estiramos muy bien los 2/3 de masa, hasta que quede bien finita. Engrasamos el molde y lo forramos con la masa.Vertemos el relleno de cerezas. Por diosss mirdad que pinta más rica tiene el rellenoooooo!!!
Estiramos el 1/3 de masa reservada y la cortamos en tiras finas, con las que dibujaremos un enrejado encima del relleno y pintamos la tarta con leche y espolvoreamos con azúcar granulado.
Precalentamos el horno a 200ºC y, mientras se calienta, introducimos la tarta en el congelador (de este modo no se nos romperá el enrejado durante el horneado).
Introducimos en el horno durante 40 minutos (ya que va a estar mucho tiempo en el horno, para que no se nos queme, tendremos que taparla con un trozo de papel de aluminio, el cual retiraremos los últimos 10 minutos para que la tarta se nos dore). El resultado será más o menos éste:
Ya solo nos queda dejarla enfriar en la ventana de casa y vigilar para que nadie se la coma hasta que se enfríe.
Para el relleno de cerezas:
El primer paso será limpiar y deshuesar las cerezas. Si no tenéis un deshuesador de cerezas (sí, por raro que parezca este aparato existe; yo no lo tengo) es muy fácil, solo necesitáis una cereza y un palillo así que no os alarméis antes de hora! Para hacerlo solo tenemos que limpiar muy bien las cerezas, quitarle el rabito, coger una y sujetarla boca a bajo (es decir, con el agujerito del rabito para abajo) y clavar el palillo empujando hasta que el hueso salga por el otro extremo.
Colocamos todas las cerezas deshuesadas en un cazo a fuego medio junto con el resto de ingredientes. Removemos y dejamos cocer, todo junto, 15 minutos. Durante este tiempo es importante que vayamos removiendo constantemente, ya que si no lo hacemos se puede pegar y cogerá un mal sabor. Aunque creáis que el relleno está listo antes de los 15 minutos no lo está, así que no lo retiréis antes de hora!!
En este momento lo probamos y, en caso de que lo consideremos oportuno, añadimos un poquito más de azúcar (yo le añadí 3 cucharadas más, pero eso va a gusto de cada uno y dependerá del dulzor de las cerezas utilizadas en cada caso).
Dejamos enfriar.
Montaje de la tarta:
Vertemos el relleno de cerezas. Por diosss mirdad que pinta más rica tiene el rellenoooooo!!!
Estiramos el 1/3 de masa reservada y la cortamos en tiras finas, con las que dibujaremos un enrejado encima del relleno y pintamos la tarta con leche y espolvoreamos con azúcar granulado.
Precalentamos el horno a 200ºC y, mientras se calienta, introducimos la tarta en el congelador (de este modo no se nos romperá el enrejado durante el horneado).
Introducimos en el horno durante 40 minutos (ya que va a estar mucho tiempo en el horno, para que no se nos queme, tendremos que taparla con un trozo de papel de aluminio, el cual retiraremos los últimos 10 minutos para que la tarta se nos dore). El resultado será más o menos éste:
Ya solo nos queda dejarla enfriar en la ventana de casa y vigilar para que nadie se la coma hasta que se enfríe.
Te invito a un trocito:
Es recordar su sabor y querer más!! ¿Por qué me la acabaría tan rápido?
Se me antojaaaaaaaaaaaaa!!!! ñam ñam!
gracias! un besito 🙂
En verdad está que se mete por los ojos, debe estar deliciosa. Gracias por publicar.
Gracias a ti por pasarte por mi página. El resultado es inmejorable! Saludos 🙂
Hola Maite. Cuando la vi ayer ya me llamó la atención por el aspecto que tenía y ahora que acabo de leer la entrada y verla entera la boca se me ha hecho agua. La cereza es una fruta que me encanta así que con esta tarta disfrutaría como un niño con zapatos nuevos.
Me la guardo.
Buen fin de semana.
Un abrazo
Mil gracias Juan, la verdad es que es una auténtica delicia.. a mí también me vuelven loca las cerezas. Cuando la pruebes ya me contarás 😉
Un abrazo y feliz fin de semana.
Que pinta más buena tiene! Nunca he probado un cherry pie pero con ver esto me muero de ganas de probarlo!
Pues ya estás tardando! sin duda es el mejor PIE que he comido jamás!! un beso 🙂
QUÉ PINTA!!!!! Con lo que me gustan las cerezas!!!!!
Pues ya sabes ¡a probarla! muaaks
Maite!!! Me acabo de enamorar!!!! Estoy deseando hacerla!!! Qué delicia!
Si se hace con fresa o con melocotón se haría igual? Gracias
Exactamente igual, ya que ambas frutas tienen una cantidad similar de agua a las cerezas. Un beso!
Maite tiene una pinta increible, llevo tiempo queriendo estrenarme con las tartaletas ya que nunca he hecho y esta es posiblemente una buena candidata para ello. Muchas gracias por participar en el reto un mes mas. Besos
Pues anímate, porque está tremenda!! muaaaks
Pintaza!!! Tomo nota de la receta! 🙂
Genial! gracias 🙂
Qué tarta más maravillosa, Maite!!! Te ha quedado genial!! Yo la tengo entre mis pendientes y aún no me he atrevido. La masa brisa me parece difícil pero tendré que intentarlo porque la tuya tiene una pinta de miedo. Besitos, preciosa!!
Muchas gracias!! la verdad es que no es para nada difícil!! tú ponte al lío y verás como te sale perfecta a la primera!! un beso enorme!!
Una de mis recetas favoritas