Como madre, una de mis principales preocupaciones es la alimentación de mis hijos. Si bien en el mercado existen multitud de comidas y snacks preparados y listos para consumir, la elaboración de todas o de la mayor parte de sus comidas en casa será siempre la mejor opción.
Y precisamente de eso es de lo que vamos a hablar hoy, porque preparar todas las comidas del bebé en casa puede ser mucho más fácil y rápido de lo que te imaginas.
Lo primero que deberemos tener en cuenta es que podremos empezar a introducir los alimentos sólidos (ya sean papillas, semi-triturados o trozos) a partir de los 6 meses y siguiendo siempre el orden y pautas marcadas por el pediatra. Eso nos ayudará no solo a que se vayan familiarizando con los sabores, si no a detectar y prevenir posibles intolerancias y alergias.
Qué alimentos comprar para la alimentación saludable de un bebé
Cuando vayamos a comprar los alimentos e ingredientes para elaborar la comida del bebé apostaremos siempre por productos frescos, de temporada y cultivados de forma ecológica y sin pesticidas. Además, deberemos evitar determinados tipos de pescado azul (por su alta presencia de mercurio) y las carnes más grasas.
Cómo cocinar los alimentos para ofrecerlos al bebé
Lo primero que tendremos en cuenta a la hora de preparar las comidas del bebé es empezar por una buena limpieza de las frutas y verduras que les vamos a ofrecer, sobre todo si no las vamos a cocinar. Será muy importante utilizar un desinfectante para frutas y verduras en las proporciones indicadas por el fabricante.
No podemos olvidar que la sal no es buena para los niños, y mucho menos para los bebés, por lo que vamos a prescindir de ella, como mínimo, durante el primer año de vida. Además, tampoco es recomendable utilizar hierbas aromáticas o especias para que puedan ir diferenciando y acostumbrándose a los diferentes sabores.
A la hora de cocinar los alimentos escogidos, tanto si vamos a preparar un puré como si estamos practicando BLW y vamos a ofrecer la comida en trozos, apostaremos siempre por el aceite de oliva virgen extra, dejando de lado otro tipo de grasas.
Los principales métodos de cocción que vamos a escoger son: al vapor, hervir o al horno, ya que nos permiten cocinar reduciendo al máximo el uso de grasas.
Cómo ahorrar tiempo en la elaboración de la comida del bebé
Uno de mis grandes descubrimientos para preparar la comida de mis hijos es el Robot de cocina infantil Babycook Neo de Béaba, el cual nos permite elaborar todo tipo de platos (tanto salados como meriendas de fruta) de forma fácil, rápida, saludable y sin manchar prácticamente nada.
Entre sus características principales, podemos destacar que se trata de un robot de lo más completo, ya que nos permite cocinar al vapor (para conservar así todos los nutrientes), mezclar, triturar, descongelar y calentar al baño maría.
Está elaborado con materiales de primera calidad (jarra de cristal, cuchilla y caldera de acero inoxidable) y tiene una gran capacidad, pues nos permite cocinar 4 porciones de 150g o 3 de 200g.
Sin ninguna duda, es una gran opción a la hora de ofrecer una alimentación saludable y equilibrada a nuestro bebé sin tener que pasar horas en la cocina.
Receta de puré de calabaza y sémola en Babycook
Los ingredientes que vamos a necesitar son: 75 g calabaza sin piel ni semillas, 110 g de patata, 15g de sémola de arroz y 20 ml de leche materna o de continuación.
Para hacerlo colocaremos la calabaza y la patata peladas y cortadas en trozos pequeños en la cesta de vapor y rellenamos el depósito de agua hasta el nivel 3.
Cuando estén listas, reservamos la mitad del agua, trituramos y agregamos la sémola de arroz. Mezclamos bien y cocinamos hasta que esté lista.
Finalmente, agregaremos la leche materna o de continuación y, en caso de querer hacerlo más claro, un poco del agua de cocción que habíamos reservado.
Cómo conservar la comida del bebé
Una vez hayamos preparado la comida del bebé será recomendable consumirla en un máximo de 24 horas y conservarla siempre refrigerada. Si no vamos a consumirla en ese plazo, podríamos congelarla.
Una opción muy higiénica, cómoda y sostenible para conservar la comida del bebé son los tarritos herméticos de vidrio, los cuales podremos encontrar en diferentes tamaños. Lo que me gusta de ellos es que no solo nos van a servir para guardar la comida que nos ha sobrado (tanto en la nevera como en el congelador), si no también son perfectos para transportar la comida del bebé, ya que nos permiten calentarla en el mismo recipiente.
Otra ventaja es que podremos esterilizarlos tras cada uso, así nos aseguraremos de que no hay proliferación de bacterias que podrían dañar a nuestro bebé.