La congelación de alimentos (crudos o cocinados) es una forma muy fácil y cómoda de conservar los alimentos durante mucho tiempo sin que se estropeen. No obstante, es fundamental congelar y etiquetar los alimentos correctamente para evitar que se pierdan en el fondo del congelador o acaben quemados y resecos por el frío.
Existen muchas formas diferentes de congelar los alimentos y ello dependerá del espacio del que dispongamos y del tipo o tamaño de alimentos que vayamos a congelar. Así que hoy vamos a hacer un largo recorrido por los mejores recipientes para congelar alimentos que podemos encontrar a día de hoy.
¿Por qué congelar alimentos?
La congelación es una de las formas más sencillas y cómodas de conservar prácticamente cualquier tipo de alimento crudo o cocinado. Por si tienes dudas, aquí te dejo una completa guía con los alimentos que se pueden congelar.
Resulta muy útil para cuando tenemos un excedente de frutas o verduras en casa, pues podremos congelarlas limpias y troceadas listas para usar en nuestras elaboraciones.
La mayor ventaja de congelar comida ya preparada es el ahorro de tiempo y dinero. En casa, por ejemplo, cuando preparo algún plato elaborado, como por ejemplo canelones o albóndigas, suelo hacer el doble de lo que vamos a consumir ese día para poder dejar una parte congelada. De esta manera, otro día que no disponga de tiempo, solo tendré que sacarlo del congelador unas horas antes y ya lo tendré listo para calentar y servir.
Seguramente habrás escuchado que los alimentos congelados no contienen los mismos nutrientes y sabores que los productos frescos. Esta creencia se basa en el hecho de que muchas veces no congelamos y descongelamos bien los alimentos, pues si lo hacemos de forma correcta, todos los beneficios nutricionales, sabores, colores y texturas se mantienen intactos.
Quemaduras por congelación en los alimentos
Seguramente te has encontrado con que, al sacar algunos alimentos del congelador (sobre todo carnes y pescados), se ha creado una capa blanquecina y seca, la cual al descongelarse tiene una textura dura y gomosa.
Eso son quemaduras por congelación y tienen lugar cuando no hemos embalado correctamente los alimentos, de modo que el aire y la humedad ha entrado en contacto con ellos.
Prevenir esas quemaduras causadas por el frío es muy sencillo, pues solo deberemos evitar que los alimentos queden expuestos o destapados, y para ello existen diferentes recipientes de congelación, los cuales podrás escoger en función de tus necesidades.
Los mejores recipientes para congelar alimentos
La elección de un método u otro dependerá siempre del tipo de alimento que vayamos a congelar, así como de su tamaño y del espacio del que dispongamos en el congelador.
Las bolsas de congelación
Las bolsas de congelación son uno de mis recursos favoritos. Podemos encontrarlas de diferentes materiales (reutilizables de silicona, de plástico fino o grueso,…), son resistentes, nos permiten cerrarlas de forma hermética y además ocupan poco espacio en el congelador.
El mundo de las bolsas de congelación es bastante amplio por lo que aquí te dejo una de las mejores guías sobre las bolsas de congelar.
Otra ventaja de estas bolsas es que suelen ser transparentes, por lo que nos permiten ver el contenido del interior. A pesar de ello no debemos olvidarnos de anotar en la misma bolsa lo que contiene y la fecha en la que lo hemos congelado.
Recipientes herméticos o tapers
También podemos encontrarlos de diferentes materiales, como por ejemplo plástico o cristal. La mayoría de ellos cierran herméticamente e incluso algunos modelos nos permiten sacar el aire con máquinas de envasar al vacío.
Lo bueno de ellos es que, al ser rígidos, resultan muy cómodos para todo tipo de alimentos líquidos, como por ejemplo caldos o guisos. En este caso ten en cuenta que deberemos dejar un espacio entre la tapa y la comida, ya que al congelarse los alimentos se expanden y la tapa podría abrirse, perdiendo así su función de conservación del alimento.
Además son muy fáciles de apilar y la mayoría de ellos nos permiten ver el contenido del interior, así como espacio suficiente para pegar una etiqueta que indique el contenido y fecha de congelación.
En cuanto a los tapers, deberemos buscar aquellos que sean específicos para congelar, ya que de esta forma nos aseguraremos de que no absorban olores ni que se manchen, a la vez que no dejarán entrar el aire y la humedad (evitando así quemaduras en los alimentos). Por ejemplo, será recomendable no reutilizar recipientes con tapa, como por ejemplo los de comida para llevar, ya que no sellan bien y al congelarse el plástico tiende a resquebrajarse debido al frío.
Para ahorrar espacio, será importante elegir siempre el tamaño que se ajuste mejor a nuestras necesidades, pues si usamos grandes recipientes y rellenamos únicamente hasta la mitad, estaremos ocupando espacio del congelador que podríamos utilizar para otros alimentos.
Envasado al vacío
Como ya he adelantado, algunos recipientes de cristal o plástico nos permiten extraer todo el aire de su interior con una máquina de envasado al vacío. No obstante, la forma más conocida y extendida son las bolsas de vacío.
Las envasadoras al vacío consiguen extraer prácticamente todo el aire de la bolsa o recipiente, de modo que evita completamente las quemaduras por congelación, así como la absorción de olores de los otros productos congelados.
Otra de sus ventajas es que ocupan únicamente el espacio que necesita el alimento en sí, por lo que son una de las mejores formas de conservar los alimentos si disponemos de un congelador pequeño. Además, son apilables, nos permiten ver el contenido del interior y podemos marcar con un rotulador sobre ellas el contenido y la fecha en la que lo hemos congelado.
En el mercado podemos encontrar muchos modelos de envasadoras al vacío, la mayoría de ellas tienen un precio bajo y son super fáciles de usar. Además su tamaño suele ser reducido, por lo que ocupan muy poco espacio.
Film y otros envoltorios
En determinadas ocasiones y sobre todo debido al tamaño de las piezas, nos resulta imposible usar alguno de los recipientes anteriores. Eso podría ocurrir, por ejemplo, si queremos congelar una lechona entera, un pescado muy grande o simplemente una barra de pan.
En esta ocasión podríamos recurrir al film o a cualquier otro tipo de envoltorio plástico apto para la congelación.
El papel de aluminio es otra opción, pues se ajusta fácilmente a los alimentos, aunque personalmente es una opción que no me gusta demasiado, pues no deja ver el contenido de su interior, no sella tan bien como el plástico y si lleva mucho tiempo en el congelador acaba rompiéndose.
¿Cómo preparar los alimentos para congelar?
A la hora de congelar cualquier tipo de alimento nos deberemos asegurar de que esté completamente frío antes de meterlo en el congelador. De lo contrario se crearía condensación dentro del envase, lo cual crearía escarcha y afectaría a la calidad del producto congelado. Además ese calor podría subir la temperatura del congelador, afectando al resto de alimentos que tengamos ya congelados.
Que los alimentos se congelen lo más rápido posible ayuda a que no se formen cristales de hielo y a mantener la textura y calidad de los alimentos. En este sentido, será importante no congelar muchos alimentos a la vez, así como empacar porciones más pequeñas para acelerar los tiempos de congelación.
Debemos tener en cuenta también que los filetes de carne o pescado, si los colocamos juntos en un mismo recipiente se van a quedar pegados, siendo necesario descongelarlos todos aun si solo necesitamos un filete. En este sentido será importante congelarlos de forma individual y ya posteriormente agruparlos en una misma bolsa. Para hacerlo cubriremos una bandeja con papel pergamino y colocaremos los filetes encima sin que se toquen; una vez estén perfectamente congelados, podremos agruparlos en una misma bolsa de congelación bien cerrada, lo cual nos permitirá sacar las unidades que necesitemos sin necesidad de descongelar el resto. Esta técnica nos sirve para cualquier alimento crudo o congelado: canelones, croquetas, rebanadas de pan, carnes y pescados, etc.
¿Cómo descongelar correctamente los alimentos?
Sin ninguna duda, la mejor forma de descongelar, es dejar los alimentos congelados en la nevera para que se vayan descongelando poco a poco. De esta forma, al mantenerse en un ambiente frío evitaremos la multiplicación de bacterias.
La principal desventaja de este método es que requiere varias horas, por lo que no es efectivo cuando tenemos prisa. En el caso de que vayamos a consumir o cocinar el alimento en el mismo momento, podremos recurrir a la función descongelar del microondas.
Ten en cuenta que algunos alimentos, como las verduras o las croquetas pueden cocinarse directamente sin necesidad de descongelarlas antes.
Si quieres ampliar la información sobre cómo congelar los alimentos frescos de forma correcta, te recomiendo visitar recetasis.com donde podrás encontrar muchísima información al respecto.