Podemos consumir el tomate en muchas formas diferentes. Crudo o cocinado siempre es un placer para las papilas gustativas. Pero ¿conoces las propiedades y beneficios que tiene para la salud?
Durante los meses de verano el tomate está en su mejor momento, pues cuando está en temporada encontramos los tomates más rojos y sabrosos del año. No obstante, a día de hoy no resulta complicado encontrarlos para disfrutarlos durante todo el año.
El tomate en la cocina
En todo el mundo podemos encontrar más de 20.000 variedades de tomates, todos ellos con formas, colores y aromas diferentes. Si bien su color predominante es el rojo, podemos encontrarlos amarillos, naranjas, rosados, verdes e incluso púrpuras.
Aunque la mayoría de personas crean que los tomates son una hortaliza, los tomates son una fruta que tradicionalmente se ha utilizado en la elaboración de platos salados debido a su sabor ligeramente ácido.
La versatilidad del tomate en la cocina es enorme, pues podemos consumirlo crudo en ensaladas, sopas frías o sobre una tostada. Incluso hay personas que disfrutan de comerlos a mordiscos como si se tratara de una manzana.
El tomate deshidratado o tomate seco es muy utilizado en la cocina mediterránea, pues además de ser una sencilla forma de conservación de este fruto, su utilización es muy sencilla y aporta grandes sabores, pues al secarse se concentran todos sus aromas y propiedades.
El tomate cocinado ofrece infinitas posibilidades, desde la clásica salsa de tomate hasta el tradicional sofrito es un ingrediente que rara vez falta en todo tipo de platos. Lo que tal vez desconoces, es que al consumir tomate cocinado, se potencian algunas de las vitaminas presentes, así como el beneficioso efecto positivo del licopeno, sobre todo cuando lo combinamos con un buen aceite de oliva virgen extra.
Propiedades y beneficios del tomate
Lo primero que me gustaría destacar es que el tomate es bajo en calorías (19 kcal por cada 100 g), pues un 95% de su peso es agua. Esto lo convierte en un ingrediente ideal para aportar sabor de forma saludable a todos nuestros platos.
Su contenido en fibra es bajo (1,8%), pero destaca por sus altos valores antioxidantes al ser rico en vitaminas C, E y A. Su efecto antioxidante se ve reforzado con la presencia de licopeno, el pigmento que le confiere su distintivo color rojo. Además, es rico también en vitamina B (especialmente B1, B6 y ácido fólico).
Los minerales presentes en el tomate son abundantes, pues aporta grandes dosis de potasio (300 mg/100g), fósforo (27 mg), magnesio (20 mg) y hierro (,5 mg).
Todo ello convierte el tomate en un ingrediente recomendado para embarazadas y personas mayores, ya que sus potentes efectos antioxidantes previenen la degeneración de tejidos, el envejecimiento prematuro y colabora con el sistema inmunitario. Por si no fuera poco, la presencia de hierro y vitamina K nos ayudan a prevenir enfermedades cardiovasculares.
El tomate es también un fruto de lo más diurético, pues su contenido en potasio y los bajos niveles de socio, evita la retención de líquidos y favorece la eliminación de toxinas.